La velocidad de carga de una página web repercute directamente en el volumen de visitas y de las ventas que genera. Descubre 8 formas de hacer que tu web cargue más rápido.
La velocidad de carga es uno de los factores clave en el posicionamiento de una web en los buscadores. Para afinar cada vez más los resultados, tanto Google como otros motores de búsqueda se fijan en la experiencia del usuario, por lo que penalizan las webs lentas, mostrando las que tardan menos en cargar en puestos más prominentes.
Además, está demostrado que los abandonos aumentan cuanto más tarda una web en mostrarse, es la denominada tasa de rebote. En efecto, si la página funciona despacio, es probable que el usuario salga antes de que se haya acabado de cargar todo el contenido. Y, aunque tenga la paciencia de esperar, es probable que acabe desistiendo mientras navega dentro de la web.
En este sentido, menos velocidad equivale a menos ventas: Amazon, por ejemplo, tiene estudiado que pierde un 1% de sus ventas por cada 100 ms de más que su página web tarda en cargar.
Como administrador de un sitio web, no puedes permitirte el lujo de pasar por alto la velocidad de carga. Por eso a continuación revelamos 8 maneras de mejorar la velocidad de carga de tu web de forma sencilla.
Contenidos
Consideraciones previas
Antes de empezar a optimizar tu web para que funcione más rápido, asegúrate de:
- Comprobar gratis la velocidad de carga actual con Pigdom o Google PageSpeed. Así podrás comparar resultados y ver si vas por el buen camino.
- Realizar una copia de seguridad de tu web, por si alguno de los cambios no acaba de funcionar o sale mal, y así poder restaurar la versión del backup que has hecho
1. Ten un gestor de contenidos adecuado
Si el gestor de contenidos (CMS) no se optimiza a menudo con los parches y las actualizaciones de seguridad necesarios, puede afectar a los tiempos de carga. Existen varios CMS gratuitos, como WordPress, Joomla o Drupal. WordPress es el más empleado en internet, se actualiza constantemente y pone a tu alcance cantidad de recursos (plugins y temas).
2. Usa plantillas optimizadas
Si el gestor de contenidos es la trastienda, el tema o plantilla es el escaparate. Todos los gestores de contenido ofrecen temas gratis y temas de pago, pero los de pago suelen ser bastante asequibles y no solo resultan visualmente muy atractivos, sino que el código se ha optimizado para no pesar demasiado. Además, es necesario buscar una plantilla «responsive», que se adapte a cualquier dispositivo electrónico.
Si bien los CMS más populares como WordPress tienen buenos temas gratuitos, creemos que vale la pena invertir en un tema de pago por el hecho de sus propietarios se preocupan más por optimizarlo con regularidad, y eso beneficiará a tu web a tanto a nivel visual como de velocidad.
3. Evita utilizar demasiados plugins
El uso indiscriminado de plugins suele ralentizar una web. Si bien pueden mejorar la funcionalidad de una página, te conviene pensar cuáles necesitas realmente, ya que cada plugin que instalas incrementa el tiempo de carga de tu web.
Ten presente que la cantidad de plugins no es lo único que afecta a la velocidad; la calidad también: una página con 50 plugins puede cargar más rápido que una con 10, si estos 10 no están al día.
Por norma general, evita los que usan muchos scripts y estilos, los que efectúan peticiones remotas y los que añaden solicitudes extra a la base de datos.
Si usas WordPress, puedes utilizar P3 Plugin Performance Profiler para repasar todos los plugins que tienes instalados, averiguar en qué grado afectan el rendimiento de tu web y para saber si penalizan el tiempo de carga y, si es así, sustituirlos o borrarlos.
4. Utiliza botones sociales contados
Tener 100 botones para compartir no solo confunde a los usuarios, sino que puede causar problemas d funcionamiento en tu web, ya que casi todos utilizan JavaScript. De hecho, ha habido varios casos en los que las redes sociales han dado quebraderos de cabeza a todas las webs que tenían instalados sus botones.
La solución es limitar la cantidad o bien configurar los botones de modo que carguen por separado y si una red social cae, no afecte a tu página.
5. Mantén las imágenes optimizadas
Dado que la velocidad de carga de una web depende del consumo de ancho de banda del servidor y el volumen de transferencia, vale la pena reducir «el peso» de los archivos que componen nuestra página.
Las imágenes no optimizadas suelen ocupar bastante espacio y, en consecuencia, utilizan gran cantidad de recursos y tardan mucho en cargar. Si el tamaño medio de las fotos de tu web es de 1 MB o más, ponte manos a la obra lo antes posible.
Puedes reducir considerablemente el tamaño de una foto sin perjudicar la calidad con WP Smush o EWWW Image Optimizer (si eres usuario de WordPress) o Kraken (para todo el mundo, incluido Drupal y Joomla).
6. Revisa los enlaces rotos
Si bien los enlaces rotos en el contenido no influyen en la velocidad de tu web (aunque sí repercuten negativamente en la experiencia del usuario), los links rotos en el JavaScript, CSS y las URL de las imágenes hacen que la página sea mucho más lenta. Revísalos con cierta frecuencia y actualiza o elimina los que ya no sean válidos.
Por otro lado, los buscadores sí penalizan las webs que tiene enlaces rotos, así que ya sabes, ¡revisa tus enlaces!
7. Aloja tu web en un hosting de calidad
Lo normal cuando se emprende un proyecto es tratar de reducir los gastos iniciales al máximo, pero en el caso del alojamiento web, una mala elección puede conllevar chascos como velocidades de transferencia muy lentas, servidores compartidos sobrecargados en los que otros consumen los recursos, etc.
Entre los tipos de hosting que existen, lo más potentes son los privados, pero para conseguir un hosting económico, lo mejor es uno compartido. Eso sí, para decidir dónde alojar una página web, es importante buscar un proveedor fiable, con un servicio técnico fácil de contactar y con servidores de última generación. Como alternativa intermedia, tienes los VPS (servidores virtuales privados).
8. Content Delivery Network
Si además de elegir un hosting de calidad, utilizamos un CDN (Content Delivery Network) como por ejemplo SiteLock, la velocidad de carga se dispara.
Un CDN distribuye los ficheros de tu web por una red de servidores ubicados en varios lugares del mundo, de modo que, si alguien en Argentina trata de ver tu página, le responderá un servidor en América Latina, en vez de uno en Europa.
Esto ayuda considerablemente a mejorar el tiempo de carga de una web.