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Qué es el Streaming
El streaming se refiere a la tecnología que permite ofrecer un servicio de transferencia de datos, permitiendo visualizar contenido multimedia sin descargarlo íntegramente en un ordenador. La principal ventaja, por tanto, es el ahorro de almacenamiento, así como la comodidad de visionado. Por otro lado, este método posibilita la retransmisión en directo de cualquier evento por Internet.
Ver un vídeo en streaming supone visualizar un flujo regular y continuo de información. Pero si hay irregularidades en la transferencia del archivo ¿Cómo se consigue mantener un flujo continuo y estable? El servidor envía un fichero a un ordenador y cuando éste empieza a recibirlo, empieza a guardar la información de ese fichero en un buffer (espacio de memoria en disco reservado para almacenamiento temporal de información digital, mientras espera a ser procesada). Cuando el buffer cuenta con suficiente información para empezar a reproducir el archivo, el ordenador comienza a mostrar el contenido mientras prosigue con la descarga. De este modo, se obtiene una precarga del contenido que evita saltos o interrupciones en el visionado si se corta brevemente el flujo de información, debido a interrupciones en la conexión o sobrecarga del ancho de banda. Es una manera de contar con una reserva de datos para evitar que la reproducción se detenga. Sin embargo, si el corte es demasiado prolongado y el buffer llega a vaciarse, el contenido dejaría de reproducirse.
Como podemos observar, un aspecto capital del streaming es poder ofrecer una señal continua y estable (de ahí que se emplee la memoria de reserva buffer). Además de eso, para streaming se emplean protocolos ligeros de transferencia de archivos concebidos para evitar esas interrupciones. Por ejemplo, el protocolo UDP hace que la entrega de paquetes de datos desde el servidor al cliente que demanda el archivo, se haga con una velocidad mayor y con mucha más fiabilidad que si se emplease un protocolo TCP o HTTP. Estos últimos, en el momento en que detectan un error de transmisión, siguen intentando transmitir los paquetes de datos perdidos hasta obtener una confirmación de que la información ha llegado en su totalidad. El protocolo UDP consigue una mayor eficiencia utilizando una modalidad de transferencia que favorece el flujo continuo, enviando los datos sin tener en cuenta las interrupciones, ya que si se pierde un paquete de información en una reproducción en streaming, estas pérdidas son prácticamente imperceptibles.
El sistema de streaming lo emplean plataformas de distribución de contenidos tan famosas como Netflix o Youtube. Sus aplicaciones son muchas: VOD (Video On Demand), radio por internet, TV por internet, etc.
Qué es un servidor cloud
Un servidor Cloud es una máquina virtual. A través de un software de virtualización se consigue que un servidor se divida en varias máquinas virtuales que se comportan como si realmente fueran varias máquinas físicas. En otras palabras, se trata de una máquina física con varias particiones virtuales independientes.
Estos servidores otorgan una serie de ventajas como la redundancia de datos, mayor seguridad y ahorro de costes, y una gran versatilidad.
Requisitos para montar una plataforma streaming en un servidor cloud
Antes de lanzarnos a montar un servidor cloud para streaming, debemos pensar en cómo lo vamos a utilizar:
– Debemos conocer el contenido que vamos a ofrecer y la cantidad de datos a transmitir. Esto es algo crucial, ya que determinará el ancho de banda necesario. Como norma general, lo ideal es contar con un ancho de banda de al menos el doble de la señal a transmitir.
- Por ejemplo, para transmitir un vídeo FullHD (1920×1080) codificado en H.264, es necesario un mínimo de 28 Mbps de ancho de banda para permitir una tasa de transferencia de datos suficiente para reproducirlo con calidad de alta definición.
– Capacidad del procesador (CPU). Este aspecto es también fundamental ya que un servicio continuo de streaming exige una gran capacidad de procesamiento a una máquina. Si queremos poder servir nuestros contenidos de manera estable y confiable, debemos escoger servidores potentes, que puedan asumir gran carga de trabajo.
– Capacidad de la memoria de trabajo RAM. Igualmente importante. De nuevo, la capacidad de trabajo del servidor es primordial para poder procesar de manera correcta todos nuestros contenidos y ofrecerlos en tiempo real.
Hay que ser conscientes de que un servidor cloud que se utilice para transmitir contenido multimedia en streaming va a estar sujeto a continuas transferencias de información de gran volumen, por lo que hay que asegurarse de que el sistema cumple con nuestras expectativas de capacidad de procesado, memoria, estabilidad en el flujo de datos y suficiente ancho de banda. Queremos que nuestros usuarios puedan disfrutar de una excelente experiencia y disfruten de nuestros contenidos con una buena calidad de visionado.
En general, es recomendable contratar más capacidad de la requerida inicialmente por si la demanda comienza a crecer en un futuro.
Tipos de streaming
Hay dos tipos de streaming:
- En directo; la señal hay que adquirirla desde una cámara y codificarla para poder transmitirla en tiempo real.
- En diferido; mucho más sencillo, simplemente se almacenan los contenidos en el servidor y se reproducen desde allí bajo demanda.
Existe otra diferenciación del streaming, el servido de un punto a muchos (multicast) o “de punto a punto” (unicast).
Formatos
Los formatos más comunes en la transferencia de contenido multimedia en streaming son los siguientes:
- Códecs de vídeo: H.264 y VP6
- Códecs de audio: AAC HE(AAC+), AAC, MP3
- Archivos contenedores: .FLV, .M3u8, RTMP