Os recordamos los principales requisitos legales para abrir una tienda online que hay que tener en cuenta para estar al corriente de la normativa en España.
Si te estás planteando tener una tienda en Internet, debes tomar en consideración una serie de cuestiones legales. A continuación, te explicamos a grandes rasgos los puntos clave para montar un comercio electrónico.
- Diferencias entre el «qué» (actividad) y el «cómo» (canal)
- Forma jurídica
- Facturación e impuestos
- Ley de Ordenación del Comercio Minorista
- Ley de Servicios de la Sociedad de la Información
- Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal
- Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios
- Política de precios
- Diferencias entre el «qué» (actividad) y el «cómo» (canal)
Antes de hablar de impuestos y otras formalidades, tienes que tener muy clara la distinción entre lo que es la actividad de venta en sí («qué» voy a vender) y el canal de venta («cómo» lo voy a vender).
Por ejemplo, tengo una tienda de barrio que vende ropa de niños (qué: comerciante minorista) y ahora quiero abrir una tienda online (cómo).
Vender por Internet NO es una actividad en sí misma, es solo un medio para realizar la actividad.
- Forma jurídica
Cuando tengas clara la actividad económica (por ejemplo: programador, servicios de marketing, traductor, etc.), deberás decidir la forma jurídica mediante la cual vas a llevarla a cabo, es decir, autónomo, cooperativa, sociedad limitada, etc.
Salvo algunas pocas excepciones, podrás elegir entre múltiples opciones, ya que el tipo de actividad no obliga a escoger una forma jurídica determinada.
Tienes que darte de alta en Hacienda (y la Seguridad Social) y especificar el epígrafe o los epígrafes del IAE (Impuesto de Actividades Económicas) correspondientes. Para darte de alta como sociedad, debes inscribirte en el Registro Mercantil y solicitar tu CIF en un plazo máximo de 30 días.
Atención: Si quieres vender fuera de España, también tendrás que darte de alta en el Registro de Operadores Intracomunitarios (ROI).
Si ya eres autónomo y como segunda actividad quieres crear una tienda online, deberás presentar una declaración censal en Hacienda para informar del nuevo epígrafe y rellenar el formulario (TA-521) en la Seguridad Social.
Recuerda: El comercio electrónico es una plataforma de venta; no se considera una actividad económica y/o profesional.
- Facturación e impuestos
Cuando hayas empezado a vender, el cómo declarar estas ventas dependerá de la forma jurídica y la escala de tu negocio.
Hace tiempo organizamos un webinar sobre los requisitos fiscales de una tienda online, en el que Eduard Banqué de Online Gestoría nos explicó de manera amena cómo abrir una tienda virtual y no morir en el intento.
Para acceder al vídeo y leer las respuestas a las preguntas e inquietudes de los asistentes, puedes consultar este artículo-resumen de los requisitos legales de un e-commerce.
- Ley de Ordenación del Comercio Minorista
Los requisitos legales para vender en Internet son más o menos los mismos que para una tienda física. Sin embargo, hay dos grandes diferencias: para abrir una tienda online, no necesitas licencia de apertura, pero, como la relación con el comprador se da a distancia —sin la presencia física simultánea de ambas partes—, se aplican unas medidas adicionales. Entre ellas, algunas que debes recordar son:
- Pago mediante tarjeta. En caso de que alguien haga un pago fraudulento o indebido con tarjeta, el titular podrá exigir la inmediata anulación y deberás efectuar el abono con la mayor brevedad.
- Sustituciones. Si el bien o servicio contratado no está disponible, siempre que informes expresamente al comprador de tal posibilidad, puedes entregar otro similar de la misma calidad o superior, sin aumento de precio.
- Ley de Servicios de la Sociedad de la Información
Al igual que un negocio con local, una tienda online debe disponer de un aviso legal que esté a la vista de los usuarios y resulte accesible. En él, debes informar de tus datos de identificación y de las condiciones generales y particulares de los productos y servicios que vendes.
En este sentido, esta ley (conocida como LSSI) te explica:
- Tu «deber de información» (qué datos mínimos deben figurar en tu web, normalmente en los apartados Aviso Legal y Condiciones de Uso al pie de página):
- Quién eres: nombre, razón social y domicilio completo del responsable de la oferta comercial.
- Si estás adherido a algún sello de calidad.
- Datos del colegio profesional (si procede), número de colegiado, título académico y Estado de la UE en el que se expidió, con su homologación.
- Los aspectos de la contratación online:
- Qué vendes: características de la mercancía o servicio.
- Precio: importe final completo con los impuestos y desglose de los incrementos, descuentos y gastos que se repercuten al consumidor o usuario.
- Formas de pago.
Por otro lado, antes de la celebración del contrato, debes facilitar la información siguiente:
- Trámites necesarios para efectuar el contrato por vía electrónica.
- Qué harás con el contrato (si lo archivarás y si se podrá acceder a él).
- De qué medios dispone el cliente o usuario para corregir errores.
- En qué lenguas se puede formalizar el contrato.
- Condiciones generales del contrato.
En estas condiciones, deben figurar todos los aspectos que regulan el servicio en tu comercio electrónico:
- Normativa de uso del sitio web
- Propiedad intelectual
- Condiciones de la compra
- Derechos del usuario
- Obligaciones del usuario
- Formas de pago
- Política de devoluciones
- Política de privacidad
- Método/s de envío y entrega
- Ejecución del contrato
- Sistema de resolución de litigios…
Antes de vender cualquier producto o servicio en tu plataforma de ecommerce, debes pedir al usuario que acepte expresamente estas condiciones.
Por último, una vez formalizado el contrato, deberás enviar una confirmación de aceptación de la compra (en las 24 h posteriores a la misma).
Más información: Guía para el cumplimiento del deber de informar
- Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal
La LOPD, que entró en vigor en diciembre de 2018, adaptó la legislación española al Reglamento General europeo de Protección de Datos (RGPD).
En esta ley se detalla lo que los empresarios tienen que hacer para proteger la información que les facilitan sus clientes:
- Notificar a la Agencia Española de Protección de Datos del fichero con datos de carácter personal.
- Contar con prueba del consentimiento del usuario. Esto afecta también al envío de correo electrónico comercial, incluidas newsletter: es necesario disponer de consentimiento expreso y adicional al de la contratación. El usuario tiene el derecho de darse de baja sin dilación, por lo que en todas tus comunicaciones comerciales debes facilitar un enlace para anular la suscripción sin trabas.
- Aplicar medidas de seguridad para proteger la privacidad de los datos. Por ejemplo, introducir la caducidad de las contraseñas.
- Informar sobre el derecho de acceso, rectificación, cancelación y oposición a los datos (ARCO).
- Solicitar el consentimiento informado antes de instalar cookies. Para ello, primero debes publicar una política de cookies en la que indiques, entre otros, los tipos que se emplean y cómo se pueden rechazar o desactivar. Además, debes obtener el consentimiento explícito del usuario mediante un mensaje visible en la parte superior o inferior de la página. En este mensaje, es necesario:
- Informar a los usuarios de que utilizas cookies en la página (esto incluye Google Analytics) y enlazar a la política completa correspondiente.
- Explicar qué son las cookies, cuáles se usan en tu web y con qué finalidades.
- Dar instrucciones sobre cómo se pueden desactivar en cada navegador.
- Ofrecer enlaces a otras fuentes de información a este respecto.
- Recabar el consentimiento explícito del usuario para instalar las cookies.
- Crear una página web para la Política de Privacidad.
En marzo del año pasado, Gina Andrés y Jaume Feliu de Pyme Legal impartieron un webinar en Escuela de Internet sobre cómo adaptar una página web a la ley de protección de datos: aquí puedes ver la grabación y consultar las respuestas a todas las dudas de los asistentes.
Recuerda: La ley estipula específicamente que el redactado de los textos legales debe ser claro y conciso. Si necesitas ayuda para escribir los avisos legales, en Nominalia podemos ayudarte. Revisamos tu web y no solo creamos los avisos legales, sino que te enviamos los documentos, protocolos y contratos para hacer que tu web o tienda online cumpla la normativa RGPD/LSSI.
Más información:
Guía sobre el uso de las cookies
Decálogo para la adaptación al RGPD de las políticas de privacidad en Internet
Guía del Reglamento General de Protección de Datos para Responsables de Tratamiento
- Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios
Como vendedor online, esta ley te explica:
- Lo que se considera una venta por Internet y un contrato a distancia.
- Los plazos para realizar los encargos.
- Los plazos de entrega (30 días + plazo adicional. Si no cumple: resolución).
- El derecho de desistimiento o renuncia del comprador.
De forma resumida, el derecho de desistimiento es la facultad de los consumidores de dejar sin efecto un contrato, sin justificar su decisión y sin penalización.
El art. 69 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios obliga al empresario a informar sobre este derecho de forma clara, comprensible y precisa, y a proporcionar el formulario correspondiente a los usuarios.
El consumidor de una tienda online puede ejercer este derecho en un plazo mínimo de 14 días naturales. Además, se considera nula toda cláusula que imponga una penalización por este hecho. Si el empresario no facilita dicha información, el periodo de desistimiento finaliza a los doce meses en lugar de a los 14 días.
El vendedor deberá reembolsar el pago, incluidos los gastos de entrega, en un máximo de 14 días.
- Política de precios
No existe ninguna regulación sobre los precios en comercio electrónico, lo único que debes tener en cuenta es que no se puede vender por debajo del coste de la mercancía, práctica comúnmente conocida como «dumping».
Por otro lado, se puede vender un mismo producto a precio diferente en Internet y en una tienda física. Dado que los costes de una tienda tradicional y una virtual son distintos (por ejemplo, la tienda online tiene gastos de mensajería que la física no tiene), el precio que se puede ofrecer puede ser distinto.
Piensa en grande
Para acabar, también queremos comentaros un punto que, si bien no es un requisito en sí mismo, sí se engloba en el marco legal de una tienda online, como es la cuestión del «lucro cesante».
Piensa en lo que puedes dejar de ganar si el servidor donde está alojada tu tienda se cae y pierdes pedidos durante un día. ¿De quién es la responsabilidad? En estos casos, todo depende del contrato que hayas firmado; por eso, es tan importante elegir muy bien el proveedor de hosting de tu tienda online, para que te garantice un buen servicio.
Al igual que con los temas fiscales y los trámites para cumplir con los deberes para con tus clientes, lo mejor es invertir en profesionales que te aseguren seguridad y confianza.
Recuerda que si necesitas un dominio, o un hosting en Nominalia tienes diferentes opciones que seguro que serán de tu agrado.