Anunciarse en plataformas como Google o Facebook puede reportar grandes beneficios… o grandes dolores de cabeza. Por eso, antes de jugarnos demasiado, deberíamos plantearnos una serie de cuestiones clave.
Es innegable que la publicidad en Google o en redes sociales puede ser una manera rápida de ganar clientes. Sin embargo, poner en marcha una campaña de publicidad online (también conocidas como «pago por clic» o PPC) es algo así como cocinar: para que el plato quede bien, debemos contar con los ingredientes apropiados.
Así pues, hoy repasamos cuáles son estos «ingredientes» o factores clave que toda empresa o profesional debería plantearse antes de realizar una campaña de PPC si quiere que los resultados sean los esperados.
1. Establecer las bases de branding
Muchas veces sucede que nos decidimos a hacer una nueva campaña para nuestra empresa. Queremos vender o dar a conocer nuestro producto o servicio, para lo cual es necesario convencer a los internautas de que entren en nuestra web y «conviertan» (según entendamos la conversión en nuestro caso, ya sea que nos llamen, rellenen un formulario, compren online, etc.).
Para ello, pagamos anuncios de AdWords, publicidad en Facebook, Instagram o LinkedIn y seguramente usamos Google Display. Sin embargo, como se trata de una nueva campaña y las plataformas no tienen experiencia con nuestra empresa, el coste por clic es alto. En efecto, hasta que no les hayamos demostrado nuestra rentabilidad, cada clic tendrá un coste relativamente alto.
Pero pasan los días y comprobamos que los usuarios no clican y el porcentaje de conversión es bajo. ¿Por qué? La mayoría de las veces, porque la gente no conoce la empresa o desconoce el producto o servicio.
La solución para que los posibles clientes confíen en nosotros es darnos a conocer a priori, es decir, dedicar recursos a los canales «orgánicos» —desde la creación de contenidos digitales optimizados para los buscadores (SEO), hasta los patrocinios de acontecimientos locales— antes de invertir en anuncios de pago.
Otra idea es mostrar los anuncios únicamente a quienes ya conocen nuestra empresa, utilizando las plataformas de «remarketing» de Google, Twitter e Instagram.
2. Estudiar a fondo las palabras clave antes de pujar
Antes de ponernos a montar la campaña, debemos armarnos con una lista de palabras clave, que serán el pilar central del anuncio. Existen muchos programas, como el Planificador de palabras clave de Google o keyword finder, para ayudarnos a encontrar las palabras o frases que la gente usa, pero debemos hacernos tres preguntas fundamentales para decidir si realmente merece la pena pujar por una o por otra:
- ¿La gente utiliza este término en las búsquedas de Google? Si el volumen de búsqueda es bajo o muy bajo, seguramente no tenga sentido pagar por un anuncio.
- ¿Es probable que la persona que ha utilizado esta palabra esté lista para adquirir mi producto/servicio? Analiza la intención del término: ¿parece que el usuario está listo para comprar o solo está informándose? Por ejemplo: «comprar placas solares online» versus «tipos de placas solares».
- ¿Puedo permitirme pagar esta palabra clave? Antes de pujar por un término, debemos calcular nuestro presupuesto y compararlo con el coste por clic (CPC) estimado que proporciona la plataforma. Así, si nuestro CPC máx. es de 5 € y el coste estimado es de 4 €, sabremos que tenemos posibilidades reales de obtener beneficios.
3. Analizar lo que hace la competencia
Para reducir al máximo el riesgo, podemos ver lo que hacen otras empresas que ya están pujando por esas palabras clave y, que, por tanto, ya deben haber testeado y optimizado sus campañas.
En este sentido, podemos realizar una búsqueda con la palabra o palabras clave que nos interesan y comprobar quién aparece sistemáticamente en los primeros resultados. También hay programas que nos pueden ayudar a estudiar las palabras clave de terceros, como iSpionage o KeywordSpy.
Además, cabe tomar nota del texto de los anuncios y las ofertas, echar un vistazo a la landing page y la página web, apuntarse a los boletines de noticias y, a poder ser, encargar sus productos, para saber cómo diferenciarse de la competencia.
4. Marcar un objetivo para la campaña
Por último, pero no por ello menos importante, debemos marcarnos un objetivo particular. ¿Qué queremos conseguir exactamente con esta campaña? Es decir, ¿nos interesa aumentar la cantidad de llamadas, queremos más inscripciones al boletín o más ventas por internet? ¿Qué volumen queremos alcanzar? ¿O quizás queremos mejorar el coste por conversión?
El objetivo afectará el modo de ejecutar la campaña.
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En resumen, antes siquiera de ponerse a crear la campaña en sí, es imprescindible dedicar tiempo y esfuerzo a analizar tanto a la clientela y la competencia, como nuestros propios recursos, para reducir los riesgos.
Si tu empresa se plantea lanzar una campaña de publicidad por internet pero le interesa consultar con expertos del mundo digital o simplemente quiere externalizar ciertas tareas, en Nominalia contamos con un equipo de especialistas en marketing online que estará encantado de estudiar vuestras necesidades.