En la actualidad, toda empresa, profesional o negocio necesita estar presente en internet. Pero, ¿por dónde empezar? En esta entrada os explicamos los cuatro pasos fundamentales para crear una página web desde cero y así poder lanzar de forma autónoma un proyecto web de éxito.
En Nominalia cerramos el 2018 con dos cursos online en los que vimos cómo crear una página web funcional de manera independiente, algo interesante para muchas pymes y profesionales que necesitan disponer de una web a medida sin incurrir en grandes gastos o equipos externos.
A continuación, os resumimos lo más destacado del webinar de introducción a Simply Site, que trató la pregunta del millón: ¿por dónde empiezo a crear mi propia página web?
1. Aclara las bases del proyecto antes de comenzar
Antes siquiera de ponernos a pensar en cómo será la página web, debemos tener claros los siguientes puntos:
- ¿A qué nos dedicamos? Debemos sintetizar nuestra actividad en muy pocas palabras para transmitírselo fácilmente a los internautas, que no suelen tener mucha paciencia con los mensajes largos. Tenemos que poder comunicar lo que ofrecemos de un vistazo rápido.
- ¿Qué presencia online tenemos en estos momentos? ¿Partimos de cero o ya tenemos algún perfil digital? Si, en efecto, tenemos una página web y la queremos cambiar, es importante clarificar por qué y concretar qué es lo mejor y lo peor de la página actual (para conservar esos elementos o suprimirlos).
- ¿Para qué necesitamos la web? Es decir, ¿qué uso le vamos a dar: vender, mostrar ejemplos, mera tarjeta de presentación…? Esto decidirá el estilo de web que necesitaremos (comercio electrónico, página con blog o página estática), así como los requisitos técnicos, por ejemplo, si hay que añadirle un formulario de contacto, una galería de imágenes, etc.
Todas estas cuestiones nos servirán para entender cuáles son nuestras necesidades reales y, por tanto, cómo integrar la página web en la estrategia de negocio.
2. Analiza la competencia y úsala como fuente de inspiración
Una vez que nos hayamos planteado qué necesita nuestro proyecto, es interesante estudiar qué hacen otros y cómo lo hacen: ¿quién es nuestra competencia? ¿Cómo se presentan? Vale la pena comparar nuestras respuestas y soluciones con las de empresas o negocios similares.
En este sentido, cabe analizar no solo el estilo visual de las páginas rivales, sino la usabilidad y estrategia de vinculación a redes. Dicho de otra manera, conviene que observemos qué clase de diseño utiliza la competencia, no solo en cuanto a los colores y la disposición de los elementos gráficos, sino también en lo tocante a qué secciones tiene, cómo las organiza y cómo las vincula entre sí y con otros perfiles.
3. Decide la estructura de la página web
En relación con el punto anterior, está la fase de «arquitectura de la información»: tras determinar qué tipo de página web queremos, tenemos que ver cómo la hacemos, o sea, cómo la organizamos y con qué la llenamos. Veamos estos dos puntos por separado:
- Organización del contenido: los sitios web suelen dividirse en tres partes, a saber, encabezado, contenido y pie de página.
- Encabezado: se refiere al menú de navegación que suele estar en la parte superior (o lateral) de todas las páginas que forman la web. Normalmente en esta sección constan el logo y las anclas a las páginas principales.
- Contenido: es la parte central, en la que aparece toda la información, incluidas imágenes, que queremos mostrar. Es primordial que sepamos de antemano qué páginas vamos a crear: la de inicio, productos o servicios, contacto…
- Pie de página: el menú de la parte inferior de la pantalla, con la información de contacto y los avisos legales (como la política de privacidad o de cookies).
- Recopilación del contenido: para reducir el tiempo de creación de la web, lo mejor es tener todo el «relleno» preparado por adelantado y ordenado en carpetas.
- Imágenes de alta resolución: si no disponemos de fotografías propias, podemos recurrir a bibliotecas de imágenes.
- Texto: es fundamental redactar toda la información en ficheros que se puedan manejar fácilmente. Consejo: no olvidemos repasar bien la ortografía y la gramática.
- Logotipo: para crear imagen corporativa es necesario tener un logo y escoger los colores de empresa.
4. Elige la herramienta de creación (Simply Site) para crear una página web desde cero
Como os comentábamos antes, en este ciclo nos hemos centrado en la creación web por cuenta propia.
Para ello, hoy en día ya no hace falta saber de diseño ni tener grandes conocimientos técnicos, ya que existen herramientas que permiten montar una página web a la última a partir de plantillas precreadas.
Sin embargo, no todos los gestores de contenido web son iguales: muchos pueden resultar complicados o bastante limitados. Por eso en Nominalia lanzamos nuestra propia herramienta en 2018: Simply Site es un editor de páginas web de última generación que pone a tu disposición cientos de plantillas que se pueden personalizar hasta el último detalle con solo arrastrar y soltar.
La ejecución es muy sencilla: primero escoges una plantilla utilizando filtros por temática o color y luego vas a parar a la interfaz de diseño, donde puedes cambiar y añadir contenido a tu gusto mediante menús muy intuitivos.
Puedes tocar todo lo que quieras de la página y modificarla tantas veces como quieras y, cuando creas que está lista, publicarla en Google con un solo clic. ¿Que la publicas y ves algo que no te gusta o que te has dejado? Lo cambias y vuelves a publicarla. Así de fácil.
Además, las páginas Simply Site de Nominalia vienen por defecto con certificado de seguridad SSL, que se activa al publicar la web.
Te animamos a probar la demo gratis y ver el webinar sobre las opciones básicas, con preguntas y respuestas de usuarios como tú, para sacarle el máximo partido. Y si tienes cualquier pregunta acerca de cómo crear una página web desde cero, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo llamándonos al 93 288 40 62.