El pasado jueves, Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, anunció que la empresa que dirige pasa a llamarse Meta. El cambio no afecta a la red social, que seguirá llamándose igual. La nueva marca englobará sus servicios en dos segmentos: las aplicaciones sociales (Facebook, Instagram, Messenger, Whatsapp), y reality labs (Oculus y Horizon World).
Meta viene de metaverso, el nombre con el que se denomina a las experiencias en mundos virtuales a los que se puede acceder con dispositivos de realidad virtual. Zuckerberg quiere que Facebook deje de ser el centro de todas las operaciones de la compañía y apostar por el salto evolutivo que supone el metaverso.
“El metaverso es la siguiente frontera en conectar a personas, igual que hicieron las redes sociales cuando empezó todo”, dijo en la presentación de Meta, donde también mostró el futuro de lo que espera conseguir con su proyecto: enviar tu imagen holográfica a un concierto o a la oficina, o trasladar conversaciones de Whatsapp al salón de tu casa con avatares.
Crisis de reputación
Aunque los responsables del viraje de rumbo dicen que hace meses que trabajaban en la migración, lo cierto es que se ha anunciado cuando el escándalo de las filtraciones de la extrabajadora Frances Haugen todavía resuena. Antes de resignar, Haugen se llevó miles de documentos que demuestran que los algoritmos de Facebook favorecen la discordia para estimular el consumo de la red social.
En 2018, Facebook se enfrentó a su peor crisis de reputación cuando se demostró que la consultora Cambridge Analytica había adquirido de forma ilícita información de usuarios (a través de un test de personalidad) de Estados Unidos y los había usado para enviarles noticias falsas y publicidad personalizada en la red social con el fin de influir en su voto en las elecciones presidenciales de 2016.
La importancia de la reputación online
La clara crisis de reputación que Facebook viene sufriendo desde hace varios años puede que haya influido para tomar esta decisión. Supone un intento de desvincular la compañía entera (Instagram, Whatsapp, la división de desarrollo de realidad virtual) de los problemas que está teniendo la hasta ahora joya de la corona de la empresa.
Además, reposiciona su negocio hacia un nuevo sector, aunque en la práctica no se han anunciado cambios en la división social de la empresa. La elección del nombre, que se asemeja muchísimo al sustantivo genérico usado para este tipo de tecnologías, no es casual. Otros competidores, como Google, también están financiando tecnologías de realidad virtual, aunque de forma menos ambiciosa.
Cambio de nombre, cambio de dominio y web
En la práctica, que Facebook pase a llamarse Meta significa un cambio de distintivo bursátil y de dominio.
Hasta ahora, la página Facebook.com era la sede de la red social y about.facebook.com, de la compañía. Ahora, esta última dirección está redirigida a meta.com, dominio que han registrado. Esto lo han hecho para no perder el posicionamiento ganado durante años con about.facebook.com.
La reputación que una empresa tenga en el mundo real se traduce en el digital. Y la reputación online es un factor de posicionamiento en los buscadores, y eso lo sabe Meta. De ahí que el cambio de nombre haya venido seguido del de dominio y de web.
Aunque no seas Facebook, la reputación online de tu negocio es importante y forma parte de la estrategia de posicionamiento. Tener una página web es vital para explicar con tus propias palabras qué eres y para que te conozcan. Si no tienes página web, Nominalia te ofrece los mejores planes de hosting, diseño web y registrar tu dominio al mejor precio.