Escoger dónde alojar una página web suele ser una tarea complicada debido al abanico de proveedores y planes disponibles. En este artículo, nos centraremos en qué vale la pena fijarse para elegir una empresa de hosting fiable que nos proporcione una solución escalable a buen precio.
Una vez tenemos claro el tipo de hosting más conveniente para nuestro proyecto —ya sea hosting compartido, WordPress, VPS, etc.—, toca decidir con quién contratarlo. Muchos proveedores, sin embargo, avasallan con jerga y características técnicas poco transparentes. Para ayudarte a descifrar todas esas tablas comparativas, te resumimos los factores que se consideran más importantes en el sector.
5 factores clave para elegir tu alojamiento web
En términos generales, lo más recomendable para escoger un plan de hosting es que los servidores estén ubicados cerca de los usuarios finales, que tengan bastante RAM y una CPU potente. Además, hay que tener en cuenta lo siguiente:
1. Tanto pagas, tanto obtienes
Si la página web que vas a alojar es para un tema personal, una afición o un grupo amateur, quizás las prestaciones y fiabilidad no sean lo más importante, pero, si vas a alojar una página profesional, optar por un hosting gratis o por el más barato no suele ser lo mejor.
¡Ojo!, la gran mayoría de los empresas de hosting suelen ofrecer una cuota inicial muy baja, pero, pasado el periodo de prueba, suben el precio. Siempre hay que mirar la cuota total.
2. Lista de características técnicas
En primer lugar, hay que estudiar qué sistema operativo necesitamos, Linux o Windows (aunque lo más habitual es que sea Linux). Si tienes alguna aplicación concreta que solo funcione en Windows, como SQL Server o algún programa hecho en .NET, deberás buscar un hosting Windows (aunque suele ser más caro, sobre todo si es un servidor dedicado).
Por otro lado, hoy en día un servicio de hosting serio siempre incluirá un panel de control como cPanel, que simplifica la administración del servidor y la gestión del sitio web mediante iconos intuitivos.
Además, hay que pensar en las prestaciones que necesitamos y comprobar que estén incluidas. Por ejemplo, si te hace falta un editor web para montar tu sitio web, asegúrate de que el paquete de alojamiento es compatible con CMS como Prestashop o WordPress e incluye alguna aplicación de instalación automática como Softaculous.
También es importante que el alojador ofrezca servicio de asistencia 24 h, ya sea por teléfono o por chat. Los foros, preguntas frecuentes y sistemas de registro de incidencias están muy bien, pero a veces uno necesita hablar con otro ser humano para solucionar los problemas lo antes posible.
3. Cuentas de correo electrónico
El correo electrónico es un aspecto fundamental de la presencia online. Por eso, en general las empresas de alojamiento web incluyen varias cuentas de email en los planes. Por supuesto, cuantas más, mejor, con vistas al crecimiento potencial de tu negocio.
En cualquier caso, siempre es posible gestionar el email con otra empresa. La ventaja de contratar el correo y el hosting por separado es que, si el servidor de una de las empresas tiene algún problema, evitamos estar totalmente inaccesibles para nuestros clientes y proveedores. El inconveniente, en cambio, es que supone más tiempo y esfuerzo de gestión.
4. Disponibilidad en red
Las características anteriores son fundamentales para tener una buena experiencia, pero ninguna es tan importante como la disponibilidad del sitio web. Si tu web «se cae», los clientes no podrán encontrarte o acceder a tus productos o servicios. Si se cae una vez, puedes perder varias ventas, pero si se cae todo el rato, perderás clientes para siempre.
5. Funciones de seguridad y marketing online
Aunque los planes de hosting de muchas empresa se parecen, no todos son iguales: algunos prestan mucha atención a la seguridad e incluyen filtros antispam o certificados SSL, mientras que otros se centran más en ofrecer herramientas de marketing. En este sentido, es posible encontrar ofertas con plataformas de comercio electrónico integradas, pero cada propietario debe considerar si prefiere instalar alguna aplicación especializada, como Shopify.
¿Y después de elegir mi empresa de hosting?
Una vez hayas elegido la mejor empresa para alojar tu página web, nuestra recomendación es empezar con un plan mensual que no te comprometa a largo plazo. De este modo, si pasado un mes o dos no estás contento al 100 %, puedes probar otro.
Para ayudarte a evaluar la situación, puedes llevar a cabo una prueba de velocidad de internet, que compruebe el tiempo de carga y descarga. No obstante, recuerda que, en la mayoría de los casos, la causa de que un sitio web funcione lento no es el alojamiento, sino la propia página, cuyo diseño no está optimizado (por ejemplo, comprimiendo los ficheros pesados, habilitando la caché, etc.).
Si estás satisfecho con el rendimiento, lo más práctico es pasarse a un plan de alojamiento anual, ya que la cuota suele ser más ajustada.
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