Para comprar hosting no solo hace falta comparar cuestiones técnicas, sino que hay que saber elegir la empresa que mejor servicio pueda darnos.
Si hace poco explicábamos qué características técnicas hay que comparar antes de contratar hosting web, en esta entrada queremos fijarnos en las cualidades generales que debemos evaluar para escoger al proveedor más acertado para nuestra iniciativa.
Ciertamente, la memoria RAM, la potencia de procesador (CPU) y la cantidad de bases de datos son factores que debemos tener en cuenta, pero todos sabemos que en esta vida no todo son cifras. La compatibilidad entre los profesionales implicados en un proyecto es clave para que llegue a buen puerto.
Por eso, antes de decirte a alojar tu página web con uno u otro proveedor de hosting, merece la pena valorar estos tres aspectos intangibles del servicio.
1. Un equipo de atención al cliente atento y disponible
Las dificultades técnicas que eventualmente puedan surgir pueden llegar a suponerte una gran pérdida de tiempo, además de causar molestias a tus usuarios, por ejemplo, si tienes un servidor dedicado y algo falla mientras haces una copia de seguridad.
Por eso, la atención al cliente es uno de los puntos principales al elegir una compañía de alojamiento web. Repasa siempre la página de ayuda de cada proveedor para comprobar qué tipo de asistencia técnica ofrece.
- Hablar directamente con una persona es la mejor clase de ayuda. Interactuar en el momento con un profesional que sea capaz de empatizar con la situación marca la diferencia.
- El soporte telefónico, por chat o por correo electrónico son buenos métodos, siempre que la velocidad de respuesta sea apropiada. Evita las empresas que solo ofrezcan ayuda por foro.
- El servicio de atención al cliente debería estar disponible todos los días en un horario amplio y accesible. En Nominalia, por ejemplo, se puede contactar con nuestros operadores de lunes a domingo de 8:00 a 20:00, todos los días del año sin excepción.
Además de la disponibilidad y la velocidad de respuesta, debemos informarnos sobre la calidad del servicio. Contar con un equipo técnico bien formado, eficaz y profesional es vital, sobre todo cuando no tenemos conocimientos sobre el tema.
Por esta razón, no está de más buscar opiniones y leer comentarios de otros clientes de la empresa en foros y sitios web dedicados a las reseñas online.
2. Un catálogo de productos amplio
Lo más habitual cuando se lanza un proyecto web es empezar con una página sencilla en un plan de hosting con prestaciones medias. Pero, a medida que nuestro blog o tienda virtual va creciendo, vamos necesitando más flexibilidad para ampliar nuestra presencia online.
Lo ideal a largo plazo, por tanto, es escoger un proveedor con una gama de productos bien estructurada, que ofrezca un servicio integral que se vaya adaptando a nuestras necesidades, por ejemplo, mediante un servidor VPS o con certificados de seguridad SSL. Nominalia incluso ofrece servicios de marketing online y de protección de marca.
3. Un soporte comercial competente
Quizá la mejor forma de evaluar una empresa sea ponerse en contacto con su departamento de ventas. Conversar con el personal comercial sobre los productos a tu alcance y las opciones más convenientes para tu proyecto hará posible que te hagas una idea de cómo funcionan y de si verdaderamente tienen los conocimientos para aportarte soluciones reales y asequibles.
Antes de escoger empresa de hosting, recuerda…
No te conformes con estudiar solamente las especificaciones técnicas que enumeran en su sitio web y mucho menos los precios. Si tu sitio web es un elemento imprescindible para tu empresa, no te la juegues con el primer proveedor que te ofrezca sus servicios y, sobre todo, no te dejes seducir por sus precios bajos.
Te recomendamos investigar la reputación de las empresas y conocer las opiniones de los usuarios para no dar pasos en falso.
Por otro lado plantéate si la actitud de la empresa hosting y el trato ofrecido se ajusta al de tu empresa. ¿Te parece que la comunicación será fluida y estarán ahí para ayudarte a solucionar tus dudas?
A veces, los procesos y paquetes de una gran corporación no se adaptan a las necesidades de una pyme o, al contrario, una microempresa no puede dar abasto a un proyecto de cierto volumen.
Por eso, si hay química entre tú, tu empresa y el proveedor, será mucho más fácil que todo salga bien.