La digitalización de las empresas en España ha experimentado un notable avance en la última década. Sin embargo, continúa habiendo puntos de fricción que impiden que autónomos y negocios pequeños y medianos avancen al mismo ritmo que las grandes compañías. En este artículo, abordamos los principales retos y tendencias en la transformación digital de las pymes en 2023.
En términos de digitalización, España presenta índices muy elevados en conectividad y servicios públicos digitales. La asignatura pendiente, sin embargo, sigue siendo la integración de tecnología digital en las empresas.
Según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) 2022 de la Comisión Europea, el Estado español se sitúa en el puesto 11 de los 27 países de la UE en cuanto a digitalización de las empresas, con una puntuación ligeramente por encima de la media.
Pese a haber mejorado cinco puestos respecto a 2021, España aún está muy lejos de alcanzar los objetivos fijados en la estrategia de la Década Digital. En concreto, el informe DESI 2022 destaca que las pymes españolas aún tienen pendiente explotar todo el potencial de los servicios en la nube y el análisis de big data.
Durante la pandemia de COVID-19, el 82 % de las pymes españolas incrementaron el uso de herramientas digitales. Sin embargo, la brecha entre los pequeños y medianos negocios y las grandes compañías es aún considerable: entre las pequeñas empresas (de 10 a 49 personas empleadas) y las grandes (250 o más trabajadores) hay más de 40 puntos. Las medianas (de 50 a 249 empleados), por su parte, tienen una desventaja de 24 puntos respecto a las grandes empresas, pero 18 por encima de las pequeñas.
En la raíz de estas diferencias, cuatro grandes factores que veremos más abajo: (1) las dificultades para conseguir financiación, (2) la integración de recursos adecuados, (3) la falta de cultura de innovación, y (4) la necesidad de personal cualificado.
Todo ello ha propiciado que el 75 % de las empresas españolas apenas estén digitalizadas y solo el 34 % tenga previsto invertir en tecnología, de acuerdo con el informe sobre el Estado de la digitalización de las pymes españolas elaborado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) junto a la fundación Cotec.
¿Por qué invertir en digitalizarse?
Pero ¿por qué deberían invertir las pymes en digitalización? El Foro Económico Mundial ha subrayado la importancia de la digitalización para la competitividad y la resiliencia empresarial. Asegura que, en un mundo cada vez más interconectado, la adopción de tecnologías innovadoras puede mejorar la productividad, la innovación y la capacidad de adaptación de los negocios.
¿Cómo? La automatización de tareas rutinarias libera tiempo y recursos para actividades estratégicas. Al margen de impulsar la eficiencia, el uso de tecnologías avanzadas promueve la agilidad y la toma de decisiones basada en datos, lo que permite responder a las tendencias del entorno.
De este modo, las empresas pueden ofrecer productos y servicios mejor adaptados a la demanda. Además, las herramientas disponibles mejoran la experiencia del cliente, lo que refuerza su fidelización.
Por otro lado, gracias al entorno digital, las empresas pueden reducir las distancias geográficas y acceder a un mercado más amplio, sea directamente, sea mediante nuevos intermediarios como los marketplaces.
Sin embargo, antes de emprender un proceso de digitalización, es imprescindible fijar una estrategia basada en las necesidades y los objetivos de cada empresa. No existe una receta única de transformación: la clave está en trazar un proyecto adaptado al entorno, flexible y personalizado a la situación del negocio.
Los grandes retos en la digitalización de las pymes
La transformación digital no significa hacer lo que se hacía hasta ahora, solo que digitalmente. Supone un reposicionamiento de la empresa en la economía actual, que lleva aparejado un cambio de enfoque. Esto plantea una serie de retos de alto impacto.
Contenidos
1. Financiación
Muchas pequeñas empresas españolas, en especial las de menos de 10 trabajadores, tienen dificultades para acceder a créditos o préstamos para su digitalización.
Sin embargo, hoy en día, cada vez más las soluciones digitales —desde las plataformas de comercio electrónico como WooCommerce hasta los sistemas de gestión de recursos humanos— se pueden adquirir por módulos, de modo que requieren una inversión limitada.
En este sentido, el Gobierno español ha lanzado el paquete de ayudas Kit Digital, que busca subvencionar la adopción de soluciones digitales para pequeñas empresas y autónomos. Si quieres saber más sobre este programa, llámanos al 93 552 13 31 y te resolveremos cualquier duda sin compromiso.
2. Integración tecnológica
Buena parte de las pymes españolas presenta un perfil bajo de digitalización. Muchas han aplicado nuevas tecnologías para la mejora de la comunicación interna y externa, sea con el cliente o con socios y proveedores (por ejemplo, software de seguimiento de proyectos).
El problema suele darse con la integración tecnológica de mayor complejidad. En el think tank Funcas, afirman que «gran parte de las pequeñas empresas españolas arrastran una herencia en la que la tecnología no ha sido lo importante, ni siquiera en el plano de la gestión y en la eficiencia operativa».
Ahora, sin embargo, las pymes y microempresas son cada vez más conscientes de la importancia de la transformación. La cuestión para muchas es qué tecnologías han de estar en la base de su digitalización.
¿La respuesta? Depende de cada negocio. Tomar esta decisión requiere investigación y comprensión sobre la tecnología que puede mejor contribuir al modelo y los objetivos de la empresa.
3. Cultura de innovación
En 2022, solo el 17 % de las pymes con diez o más personas disponían de especialistas TIC (comparado con el 65,9 % de las grandes compañías). Esta inadecuación en competencias digitales inhibe la innovación en las pymes y microempresas, que no aprovechan las tecnologías avanzadas como podrían.
A esta falta de cultura corporativa de innovación, se suman otros factores, como la incertidumbre —en lo referente a posibles regulaciones o a las novedades tecnológicas— y la resistencia interna al cambio.
Así, conocer los mecanismos de digitalización y tener una guía sobre cuánto puede crecer el negocio puede hacer caer estas barreras y fomentar la implicación del personal durante el proceso.
4. Perfiles cualificados
Otro de los grandes retos que deben abordar las pymes españolas para garantizar el éxito de su transformación digital es la capacitación de la plantilla. Se necesitan profesionales con competencias en áreas como el marketing digital, el e-commerce, la ciberseguridad o la inteligencia artificial, entre otras. Para ello, además de recurrir a la contratación, harán falta planes de formación interna para poner al día las habilidades de los trabajadores y garantizar la retención del talento.
Entonces, ¿qué pueden hacer las pymes para salir del atolladero?
Los retos son numerosos y la casuística entre las pymes —un concepto que, en sí mismo, engloba una variedad enorme de situaciones— es infinita, por lo que las necesidades de digitalización varían en gran medida.
Para avanzar hacia una digitalización útil y sostenible, es imprescindible hacer un análisis básico de las oportunidades, las amenazas, los puntos débiles y los puntos fuertes de cada empresa. A partir de ahí, cada pyme deberá trabajar en tres elementos esenciales.
1. Elaborar su hoja de ruta
Diseñar el itinerario de la transformación digital puede resultar complicado. Algunos puntos clave son:
- Analizar el estado actual de la empresa identificando áreas que requieren digitalización.
- Evaluar la infraestructura tecnológica existente y su capacidad para soportar cambios.
- Definir metas específicas que la digitalización debe lograr (por ejemplo, mejorar la eficiencia, aumentar ventas en línea, etc.).
- Enumerar las áreas que deben digitalizarse en orden de prioridad basado en el impacto que tendrán en el negocio.
- Investigar y elegir las tecnologías y herramientas que mejor se adapten a las necesidades de la empresa (CRM, ERP, herramientas de marketing, etc.). Es importante que los nuevos sistemas se integren adecuadamente con los existentes para evitar problemas de compatibilidad.
- Establecer un presupuesto para la digitalización, incluyendo costes de hardware, software, capacitación y posibles consultorías.
- Brindar formación a los empleados sobre el uso de nuevas tecnologías y herramientas digitales.
2. Fomentar la innovación
Para propiciar un entorno innovador, conviene promover la libertad para proponer ideas, facilitar la colaboración entre equipos, brindar recursos y tiempo para experimentar, celebrar los éxitos y fomentar una mentalidad de aprendizaje continuo.
3. Buscar socios y proveedores estratégicos
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