A finales de este 2020, Google dejará de indexar las páginas web en Flash en su buscador.
La historia de la agonía de Flash viene de lejos. La aplicación para reproducción multimedia se popularizó en la primera época de Internet, cuando prestó un servicio importante para la animación de las páginas estáticas y la producción de vídeos y videojuegos. Sin embargo, como ya anunció Steve Jobs hace una década con la aparición de los dispositivos móviles, Flash se había quedado anticuado.
En efecto, Flash no está optimizado para móviles, por lo que consume gran cantidad de recursos del sistema, sobre todo de la RAM. Esto ralentiza la navegación y hace que todo funcione más lento, además de utilizar mucha batería en tabletas y portátiles. Por otro lado, el complemento de Adobe ha tenido numerosos fallos de seguridad a lo largo de los últimos años. Todo lo cual ha redundado en una mala experiencia de usuario y, por ende, en una peor indexación de las páginas en Flash.
Con todo, la clave de la debacle del plugin ha sido, simple y llanamente, el hecho de que ya no es necesario. Con la llegada de HTML5, la tecnología de Flash Player ha ido quedando obsoleta. De hecho, todo lo que en el pasado se hacía con Flash, hoy en día se hace con HTML5, CSS y JavaScript de forma mucho más segura y con muchos menos recursos.
En este sentido, Google y Firefox ya dieron el primer paso para sustituir Flash en 2015. YouTube, por ejemplo, anunció que HTML5 sería su reproductor de vídeo web por defecto, lo que lo convertía en el formato estándar en los navegadores Chrome, Internet Explorer 11, Safari 8 y Firefox.
Los de Silicon Valley esgrimieron las varias mejoras en HTML5 como prueba de que era la mejor opción: «Adaptive bitrate, una técnica que permite que la calidad de la imagen se adapte a la conexión que está utilizando el usuario en cada momento; el códec VP9, que da una mayor resolución de vídeo a la vez que reduce el ancho de banda en un 35 %; más opciones de cifrado; mejoras en la emisión de vídeos en directo, y la opción de reproducir a pantalla completa».
Desde entonces, los gigantes de Internet han ido retirando de forma paulatina la accesibilidad del complemento: en 2017, los navegadores de Google, Microsoft, Apple y Mozilla empezaron a pedir permiso a los usuarios para ejecutar Flash; desde 2019, Chrome (a partir de la versión 76), Microsoft Edge y Firefox deshabilitan Flash de manera predeterminada en todo el contenido no crítico de la página.
Esto incluye anuncios y banners. Si tienes una tienda online y haces publicidad online (o bien tu página web contiene anuncios de terceros), en principio esta medida no debería perjudicarte, ya que se pueden utilizar otras tecnologías menos invasivas, como HTML, para anunciarse.
El siguiente y último paso en el camino de despedida del complemento será que Google dejará de indexar las páginas con contenido en Flash, así como los archivos SWF independientes, a finales de 2020, lo que coincide con la fecha en que Adobe dejará de dar soporte al plugin. Los de Silicon Valley, sin embargo, aseguran que la mayoría de los usuarios no notarán ningún cambio. De hecho, en 2018, las páginas web en Flash ya solo suponían menos del 5 % del total.
A partir de enero de 2021, pues, no habrá manera de seguir usando ninguna página en Flash, ni siquiera con buscadores alternativos. Por tanto, si tu sitio web aún utiliza esta tecnología, recuerda ponerle remedio y cambiar la tecnología de esa página para que tu web no sea desindexada.
Nominalia ha estado avisando a sus clientes que aún disponen de elementos Flash en su web de que los eliminen, ofreciéndoles asesoramiento técnico e incluso de diseño.
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