Sabemos que la ciberseguridad es un tema que da pereza (o respeto) a muchas personas. Pero las ramificaciones de un pirateo no son ninguna broma. Hoy repasamos por qué es fundamental aplicar medidas de seguridad para proteger tu web.
Si alguna vez has pensado que nadie va a querer hackear la página web de un negocio como el tuyo, no podías estar más equivocado.
Hace años, los ciberdelincuentes se centraban en el sector financiero y la Administración. Pero en la actualidad el espectro de los ataques es cada vez más amplio.
Aun así, muchos titulares de una página o tienda online pequeña siguen pensando que su web no tiene ningún interés para los delincuentes. Tienen un concepto erróneo de los motivos por los que actúan los piratas informáticos.
Es verdad que los ciberdelincuentes que quieren sabotear a una empresa o robar propiedad industrial o información confidencial normalmente eligen grandes portales. Sin embargo, cualquier web, sea del tamaño que sea, es lo bastante atractiva para los objetivos más habituales:
- Estafar a clientes.
- Instalar software malicioso (criptovirus, programas espía, software publicitario…) en el equipo de los usuarios.
- Robar datos almacenados en el servidor, como tarjetas de crédito o números de seguridad social, ya sea para venderlos o para usarlos con fines delictivos.
- Engañar a los bots y rastreadores de los buscadores para mejorar el posicionamiento web de páginas de terceros.
- Aprovechar los recursos del servidor, por ejemplo, para minar criptomonedas.
- Divertirse (por simple gamberrismo o para dejar grafiti digital).
Se calcula que hoy en día el 56 % de todo el tráfico de Internet procede de fuentes automatizadas, principalmente herramientas de piratería, scrapers y spammers, suplantadores y bots.
Básicamente, esto significa que casi ningún sitio web está a salvo de intentos de intrusión.
Pero ¿qué implicaciones tiene para tu negocio que un hacker consiga infiltrarse en vuestra página web? ¿De verdad es tan importante aplicar medidas de protección?
Seguro que estos tres puntos te lo dejan claro.
1. Proteger tu página web es tu obligación legal
Como parte de los requisitos legales para abrir un sitio web, tienes la obligación de adoptar medidas técnicas y organizativas para salvaguardar la información de carácter personal de tus clientes y usuarios, tanto los datos de contacto y de pago como cualquier respuesta básica a una encuesta.
Conforme al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), además de asegurarte de utilizar y almacenar esos datos de forma segura, tienes la obligación jurídica de notificar a la Autoridad de Control, así como a las personas implicadas (si se determinan consecuencias adversas para ellas), en caso de que haya una filtración.
Incumplir la legislación no solo puede acarrear grandes multas, sino demandas varias.
2. Prevenir te ahorrará tiempo y dinero
Si tu web cae víctima de un ciberataque, lo más probable es que se utilice para actividades delictivas, lo cual puede suponer un grave perjuicio económico para tu negocio.
Los ciberdelincuentes pueden usar tu identidad para robar tu nombre de dominio, piratear tus cuentas bancarias o cometer fraudes de los que podrían considerarte responsable. Incluso puedes acabar pagando simplemente por recuperar el acceso a tu página.
Al descubrir que han hackeado tu web, puedes tener la tentación de buscar una solución en Internet. Hay un montón de blogs y portales especializados que dan consejos, pero al final todos acaban por recomendar lo mismo: lo mejor es dejarlo en manos de profesionales.
Muy a menudo los piratas informáticos instalan «puertas traseras» ocultas en los archivos originales y la base de datos, con lo que, si la web no se repara bien, es probable que vuelva a ser pirateada.
Limpiar un sitio infectado suele ser un trabajo muy lento y difícil, por lo que puede costar cientos de euros (según un informe, en 2021 el gasto medio para páginas web WordPress fue de 613 dólares).
Lamentablemente, un pirateo es caro. No solo por el servicio de limpieza en sí, sino por la pérdida de ingresos y el daño que supone para la imagen de la empresa.
3. La seguridad afecta a tu reputación y SEO
Si un ataque tiene éxito, tiene todas las de arruinar la reputación de tu página web.
Con esto, nos referimos a la confianza que tienen tanto tus clientes como los buscadores: tu sitio web se verá penalizado en los rankings e incluso puede ser bloqueado en la lista de navegación segura de Google o por los filtros de los navegadores como Chrome.
No exageramos.
Ya en 2018, Google envió más de 45 millones de avisos a propietarios de sitios web para alertarles de posibles problemas de seguridad que podrían perjudicar su aparición en una búsqueda.
Más tarde, la compañía reveló que había eliminado de los resultados de búsqueda más del 80 % de las páginas web pirateadas.
Actualmente, todas las semanas Google mete en su lista negra unos 20 000 sitios web por malware y otros 50 000 por phishing. Esto evita que los usuarios accedan a los productos o servicios que se ofrecen en estas páginas.
En cualquier caso, si un cliente potencial visita tu página web y ve una advertencia de seguridad o, peor, resulta infectado por un virus, hay poquísimas probabilidades de que vuelva.
De hecho, cuando una página es hackeada, puede perder hasta el 98 % de las visitas.
¡Ánimos! Llevar la seguridad web al día requiere constancia, pero es vital para proteger la presencia digital de tu empresa. Si no sabes por dónde empezar, echa un vistazo a estas sugerencias para hacer tu WordPress más seguro.