Crear un sitio web y gestionarlo es más fácil que nunca, pero eso no quita que a veces hayan adversidades. Descubre qué es lo más probable que salga mal y por qué tener un backup de tu web te ahorrará tiempo, energía y probablemente dinero.
El mundo digital da una falsa sensación de seguridad. Nos hemos acostumbrado a que, cuando perdemos algo, le damos al botón de deshacer y todo sigue igual o bien vamos a la papelera de reciclaje y lo restauramos.
Pero, cuando hablamos de un sitio web, las cosas no son tan sencillas: no se trata de un simple fichero, sino que estamos lidiando con múltiples plugins, aplicaciones, bases de datos…
Lo peor es que, hasta que no te pasa, es muy difícil visualizar la faena que implica perder todo el trabajo y la información de años. Por eso, como en todo en la vida, más vale prevenir que lamentar.
Teniendo un respaldo, sabrás que tu diseño, tu contenido y todos los datos asociados están protegidos en caso de que surja algún imprevisto. Y, lamentablemente, surgen más a menudo de lo que creemos. Para muestra, un botón…
1. Alguien borra un archivo crítico por error
Errar es humano. A veces estamos cansados y no prestamos la suficiente atención. Otras veces no estamos seguros y tocamos algo que no deberíamos.
La cuestión es que podemos eliminar o cambiar un fichero o una línea de código que rompa o inutilice la funcionalidad de la página o de alguna sección.
Si esto sucede, o bien podemos dedicarnos a buscar exactamente el problema y averiguar cómo arreglarlo, o bien podemos cargar la última copia funcional del sitio y continuar con lo que estábamos haciendo.
Lo mismo puede ocurrir con contenidos que nos ha costado horas crear, como entradas del blog, o con los datos personales de nuestros clientes, que podemos descartar por equivocación.
2. Una actualización o un plugin rompe algo
Utilizar la última versión del software es fundamental para garantizar la seguridad de nuestra página web. Pero una actualización mal ejecutada puede hacer que ciertas prestaciones dejen de funcionar.
Para evitarlo, lo mejor es iniciar las actualizaciones manualmente y siempre después de comprobar que todo está preparado y se dispone de una copia completa y reciente de la página.
De manera parecida, si has creado tu página web con WordPress o algún otro gestor de contenidos, lo más probable es que hayas instalado algún tema y utilices varios plugins.
Estos complementos son muy prácticos y potentes, pero a veces no son compatibles entre ellos o con la versión del programa y pueden causar algún error.
Por tanto, antes de instalar alguno nuevo, vale la pena leer bien las descripciones, comprobar que se dispone de asistencia y, sobre todo, hacer un backup del sitio web.
Así, si algo deja de funcionar, en vez de pasar horas viendo qué es lo que no funciona con qué y buscando cómo sustituirlo, solo tendrás que cargar la última copia y listos.
3. Tienes problemas con el hosting
Otro riesgo tiene que ver con los problemas derivados del servidor donde está alojado tu sitio web, por ejemplo: el hardware se estropea, hay un error de software, la conectividad es defectuosa…
Ahora imagínate que se te pasa un pago del hosting y borran tu cuenta. O simplemente un día decides cambiar de alojamiento web porque encuentras otro más completo y tienes que trasladar todos los archivos de un servidor a otro.
Si hay algún problema con tu proveedor de hosting, puede llevarse por delante toda tu información. Tener una copia reciente de tu sitio web te permitirá volver a empezar en otro hosting como si nada.
Para ello, conviene tener siempre varias copias en diversos aparatos e, idealmente, guardar una en la nube para tener acceso desde cualquier lugar.
4. Hay un accidente o una catástrofe
Aunque parece poco probable, todos los días hay incendios, inundaciones…
Si alguno de estos casos de fuerza mayor afecta a tu proveedor de alojamiento web y este no dispone de una red redundante, podrías verte ante una pérdida de datos o incluso de las propias copias de seguridad.
Pero, si has respaldado tu web en remoto, podrás continuar tu actividad sin disrupción.
5. Alguien hackea tu web
¿Quién va a querer piratear una web como la tuya si no eres una multinacional? Desde talleres mecánicos hasta clínicas dentales, cada día miles de sistemas son hackeados.
Los ciberdelincuentes tienen muchas intenciones: inyectar código malicioso que les permita secuestrar la página web y pedir un rescate, acceder al servidor para robar credenciales y datos o simplemente dejar su sello.
Una vía rápida para intentar corregir la situación si te hackean es restaurar una copia de seguridad de la página y cambiar la contraseña rápidamente para evitar que los piratas la vuelvan a trastocar. Esto te puede ahorrar muchos días de inactividad.
Haz una copia de seguridad de tu web. ¡Es fácil!
En este mundo tan interconectado, se pueden dar muchas circunstancias por las cuales se produzcan caídas de servicio o pérdidas de datos.
Para protegerte, puedes adoptar varias medidas preventivas, incluidas escoger un hosting de calidad y usar contraseñas fuertes. Pero una de las cosas más importantes y fáciles que puedes hacer es programar copias de seguridad de tu web.
En Nominalia, te ofrecemos el servicio Cloud Backup: una solución sencilla para gestionar copias de seguridad completas de todos tus dispositivos (servidor, PC, Mac, smartphone, Android o IOS) de forma simplificada y en un mismo panel.
Tus copias de seguridad se almacenarán en una infraestructura redundante en centros de datos europeos, estarán disponibles en todo momento y el sistema contra malware te avisará si alguno de los archivos que intentas guardar es sospechoso. ¡Llámanos al 93 288 40 62 para más información!