Un entorno cambiante
Hay profesiones que están continuamente actualizándose, y sus profesionales se ven obligados a adaptarse y actualizar sus conocimientos y métodos de trabajo a los nuevos escenarios si no quieren quedarse descolgados. Esto es extensible a cualquier profesión moderna relacionada con Internet, un universo que se transforma prácticamente a diario. Y dentro del entorno online, este fenómeno es especialmente aplicable al SEO, disciplina que tiene al cambio y la adaptación casi por definición.
El antes y el después del SEO
Antes, en los orígenes de Internet, cuando los algoritmos de los motores de búsqueda no estaban tan desarrollados, cualquier página web podía posicionar fácilmente por las palabras clave que quisiera.
Por poner un ejemplo, cada link desde otra web contaba como un voto para Google, por tanto, el número de backlinks era una referencia importante para el buscador a la hora de adjudicar posiciones en los rankings, independientemente de la calidad del sitio o del contenido. Ahora todo eso ha cambiado y se ha vuelto más complejo. Google ha ido perfeccionando sus algoritmos de posicionamiento para tratar de ofrecer al usuario el contenido que mejor satisfaga sus necesidades de búsqueda.
Nuevas reglas y nuevos parámetros que utilizan Google y otros buscadores
Lo que Google valora ahora es el interés real que una web despierta en los usuarios, así como la calidad de su servicio. Donde esté la opinión de un usuario, que se quite la imagen que quiera dar de sí misma la marca. Es por eso que ahora las marcas online tienen que preocuparse por ofrecer un buen contenido de calidad, en lugar de obsesionarse por sobreoptimizar la página web con keywords muy competidas.
Los KPI a los que Google presta ahora mayor atención para los resultados orgánicos son:
- CTR: la proporción de clics sobre las impresiones. Refleja el interés que una web despierta en el usuario al mostrárselo en los resultados de búsqueda. Google prioriza aquellas webs en las que más pinchan los usuarios.
- Velocidad de carga de la web: es fundamental que la web se cargue con rapidez, ya que el usuario abandona el 80% de las webs que no pueden visualizar en menos de 3 segundos. Que la web esté alojada en un servidor potente y sus elementos estén optimizados son algunas de las cosas que podemos hacer para favorecer este punto.
- Visitas directas: si muchos usuarios teclean directamente el nombre de dominio en el buscador y así acceden de manera directa a la web, es una señal para Google de que ese sitio es bien valorado por los usuarios.
- Tasa de rebote: si un usuario llega a una página de destino y no continúa navegando por la web, esa visita contará como rebote. Lógicamente, conseguir reducir al mínimo la tasa de rebote, hará que el posicionamiento orgánico de la web mejore considerablemente.
- Navegación del usuario por la web: los buscadores miden este aspecto a través de dos indicadores:
– Duración de las visitas o Tiempo de permanencia
– Nº de páginas vistas/usuarioGoogle entiende que si un usuario invierte tiempo en visitar un contenido y luego decide seguir navegando por la web, explorando el resto de contenidos, es que la encuentra interesante, y por tanto, debería estar mejor posicionada por las palabras clave por las que el usuario ha llegado al contenido o que mejor definen lo que el contenido ofrece.
- Parámetros sociales: Google tiene cada vez más en cuenta las redes sociales, por ello, atiende a parámetros como likes, retweets, menciones, comentarios, hashtags, etc.
- Reseñas en Google+ y el carácter positivo o negativo de las mismas. Para jugar al SEO en Google hay que aceptar sus reglas, por lo que es importante trabajar la presencia en su propia red social.
- Webs de valoraciones y opiniones, genéricas o sectoriales. Los nichos sueltos en algunas palabras clave (turismo, gastronomía..) lo suelen ocupar las empresas especializadas (Tripadvisor, Booking, Yelp…), por lo que las opiniones y valoraciones vertidas por los usuarios en este tipo de sites son tomados por los buscadores como una referencia importantísima sobre la calidad de un sitio web y una marca.
- PR (Public Relations). Entendida como las referencias a una marca desde sitios de terceros. Cuantas más menciones o contenido referencial de calidad exista alrededor de una marca, mayores posibilidades existen de obtener buenas posiciones en los rankings.
- Link Earning vs. Link Building. La construcción de enlaces funciona cada vez más de una manera orgánica. Los tiempos de inundar de spam la red han quedado atrás, ahora hay que ganarse los backlinks a través de cualquier contenido de calidad que quepa imaginar (artículos, vídeos, tutoriales, infografías…)
El SEO actualmente pasa por conocer y entender a nuestro público objetivo, comprender sus intereses, más allá de sus gustos puramente comerciales. Hay que investigar dónde pasa el tiempo en la red, para así poder construir una presencia orgánica en todas aquellas plataformas donde se encuentre el target. No hay que lanzar el mensaje y esperar que el target lo reciba, hay que ir a buscarle directamente allí donde se encuentre.
Como ya comentábamos en un post anterior sobre Inbound Marketing, lo más importante es ponerse en el lugar del usuario. Hay que pensar qué búsquedas realizan nuestros potenciales clientes y qué contenido podemos ofrecerles para satisfacer sus necesidades de búsqueda. Esto, a medio y largo plazo, nos va a permitir un alto volumen de tráfico cualificado, estar mejor posicionados en Google y poseer una fuerte presencia y reputación online.