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¿Estás pensando en hacer una web y no sabes bien por dónde empezar?
Te damos una serie de claves que te ayudarán a ello. Toma nota de todas ellas y aprenderás fácilmente y lo conseguirás.
Pasos para elegir la web
Lo primero que tienes que tener en cuenta son los pasos que debes dar para elegir el tipo de web. Sólo cuando sepas lo que necesitas tendrás que ponerte con ello. Este es el paso previo pero es crucial para no equivocarse.
Piensa en tus objetivos
Tienes que valorar cuáles son tus objetivos a nivel digital. Si quieres aumentar la visibilidad a través de la web y llegar a más gente, si lo que buscas es mejorar la reputación, al tiempo que trabajas en mejorar tu imagen de marca y reputación online, si quieres conseguir un aumento de las ventas de tus productos o servicios.
También puede ser que lo que busques sea ampliar la base de clientes. Para ello se recurre a la creación de un sitio web en el que se generen boletines informativos, se hagan campañas de emailing, etc.
Como ves, pueden ser varios los objetivos que tengas a la hora de crear una web. Determina cuáles son los principales para poder empezar a trabajar en la consecución de los mismos.
¿Cuál es tu público objetivo?
Es importante que conozcas cuál es tu público objetivo para ver también cómo es el tipo de portal que más se ajusta a dicho público. No es lo mismo dirigirse a empresas que al cliente final. Todo dependerá del tipo de negocio con el que cuentes.
Cuánto tiempo tienes
No es lo mismo tener tiempo que apenas contar con él. Por ello, es importante que antes de adenatrarte en la realización de un portal web veas la cantidad de tiempo de la que dispones y que puedes dedicar a diseñar tu página web. Puedes optar por hacer un portal web sencillo pero bien construido y actualizado con regularidad o uno muy completo que apenas requiera de actualizaciones pero cuya construcción sea algo más compleja.
Qué necesitas
También es crucial que tengas claras las páginas estáticas que vas a necesitar. Esto dependerá, fundamentalmente, del tipo de negocio ante el que estés. Por ejemplo, tendrás que ver si necesitas una zona de formularios personalizados para que se puedan solicitar presupuestos, contactar con los usuarios, rellenar encuestas, si se necesita un calendario de reservas, una zona para publicar las opiniones de los clientes, un apartado de FAQ para responder a las preguntas más frecuentes, un blog, una zona de email, etc.
Tipos de páginas web
Con todos los datos arriba mencionados, es importante que se considera que hay estos tipos de páginas web.
Escoger el tuyo dependerá precisamente de lo que necesites.
- Una web corporativa o de negocios que da respuesta a grandes empresas o pymes Webs de ONG y/o sin fines de lucro
- Tiendas online
- Portafolio
- Páginas personales
- Blogs
- Webs de servicios
- Webs de educación y e-learning
Pasos para hacer tu propia web
Ahora que tienes claros cuáles son los criterios que debes seguir para escoger el portal web que necesitas, es importante que conozcas paso a paso como puedes hacer tu propia web. Te damos las claves.
El nombre del dominio
Lo primero que tienes que tener es el nombre de tu dominio web. Si tienes ya empresa entonces tendrá que ser el nombre de la misma en gran parte de las veces. En cualquier caso, nunca está de más que pienses sobre diferentes opciones y nombres de sitios web potenciales. Puedes consultar opciones también a través de una plataforma de verificación de dominios donde podrás realizar búsquedas. A partir de ese momento podrás
escoger la mejor opción y completar tu pedido, al tiempo que haces el registro del dominio.
Encontrar un buen nombre de dominio es mucho más importante de lo que parece. Debes escoger siempre un dominio que sea .com, puesto que es la opción más popular y también será el tipo de dominio más fácil de recordar. No te olvides de registrar versiones mal escritas y similares al nombre de tu dominio porque con esto te asegurarás que todo el tráfico llega a tu portal web.
En la medida de lo posible tienes que intentar que el dominio sea corto y fácil de recordar, puesto que los dominios que son demasiado largos pueden ser más difíciles de memorizar. No uses guiones ni símbolos siempre que sea posible porque será más complicado de recordar.
Elige el hosting
En función del tamaño que pretendes que tenga tu portal web tendrás que seleccionar el tipo de hosting.
Generalmente puedes encontrar en el mercado tres opciones diferenciadas.
Hosting compartido. Es una opción perfecta para los portales web medianos y pequeños. Se trata de un tipo de servidor que alberga las webs de múltiples usuarios. Todos los sitios emplean el mismo conjunto de recursos para un mismo servidor físico. La ventaja es que los precios suelen ser más asequibles, pero también presentan limitaciones concretas.
Cloud hosting. En el caso del cloud hosting decir que es un tipo de alojamiento que lo que busca es replicar la simplicidad del hosting compartido al tiempo que se puede disfrutar de toda la potencia de un servidor virtual. Con estas opciones se mantienen copias de seguridad de tu web en varios servidores físicos que trabajan de manera conjunta. Así que es una opción muy segura porque, en caso de que uno de los servidores
falle, los demás en el clúster serán los que garanticen que todo siga funcionando correctamente. Es la opción perfecta si considerarás que tendrás grandes picos de tráfico.
Un VPS es un servidor privado virtual y se trata de una alternativa única de alojamiento web que da al
usuario más control y libertad. Sin embargo se requieren ciertas habilidades para controlar este tipo de
servidores y suelen contar con un precio más elevado.
Elige la plataforma para tu web
Cuando ya sabes qué tipo de servidor vas a tener será el momento de seleccionar el tipo de plataforma. Los hay que funcionan como sistemas de gestión de contenidos. que son perfectas si lo que vas a construir es un blog o un portal web en el que se publican muchos artículos. Aquí se enmarcan opciones como las que ofrece WordPress, Joomla y Drupal, entre otros.
Mediante scripts de ecommerce. Este tipo de software es por el que debes optar si vas a tener un comercio electrónico. Algunos de los más destacados son PrestaShop, WooCommerce y Magento, entre otros.
Hay plataformas de construcción de sitios web en pocos pasos que pueden ser la opción ideal si no tienes demasiados conocimientos al respecto. Será el modo más sencillo de crear un sitio web sin que para ello tengas que tener conocimientos de programación. Están conformados por una interfaz de arrastrar y soltar con muchas funciones que permiten una gran capacidad de personalización.
Sitios web realizados por ti. Si sabes algo de programación puedes optar por este tipo de opciones. Aunque requiere de algo de tiempo y fe esfuerzo la capacidad de personalización será total y la principal característica para que salga adelante tu proyecto.
¿Necesitas plugins?
Prácticamente ya todas las interfaces tienen pluggins, pero WordPress sigue siendo la plataforma con las que más cuenta. A través de los plugins, se puede personalizar al máximo un sitio web sin tener que aprender a programar. Puedes encontrar plugins para diversos fines que pueden ir desde agregar una barrera de seguridad hasta compartir el contenido del portal web.
Por tanto, las ventajas de emplear este tipo de plugins de WordPress son apostar por la usabilidad. Con estas herramientas se ayuda a los usuarios a navegar mejor entre las páginas web al tiempo que se optimiza cada parte de la misma. También se tiene acceso a una serie de herramientas adicionales como puede ser la introducción de los botones redes sociales, la mejora SEO del sitio web, etc. Todo ello logrando un mayor rendimiento, puesto que ayudan a aumentar la velocidad, la seguridad y la gestión de los usuarios.
Básate en el menú de navegación
Al hacer la página web es importante que la hagas basada en la usabilidad y accesibilidad, de ahí que tengas que basarla en un menú de navegación. Para ello, por ejemplo, puedes optimizar tus menús y widgets.
Siempre pensando en que el menú que crees sea uno capaz de ayudar a los visitantes a navegar entre las páginas o que estén separados para diferentes ubicaciones pero que, ante todo, sean intuitivos.